Un Consejo Sobre Los Objetivos.

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—LOS OBJETIVOS—

P: Hola, Joan. No paro de ver cómo la mayoría de personas (incluyéndome a mí) no consiguen sus objetivos. ¿Por qué pasa esto? ¿Tienes algún consejo o truco para aumentar la probabilidad de tener éxito en esto? Muchísimas gracias, es un lujo poder hacerte preguntas directamente.

R: Gracias por tus palabras. El tema de los objetivos me resulta especialmente apasionante, sobre todo porque es algo que interesa a cualquier persona. ¿Quién no quiere conseguir algo en la vida? ¿Quién no se ha sentido mal ante un fracaso al intentar conseguir algún objetivo?

Obviamente es algo que me toca muy de cerca pues todas las personas que me contratan lo hacen porque quieren que las ayude a conseguir algo. Así que estoy muy acostumbrado a lidiar con esto y he podido observar qué cosas acercan a uno a la consecución de sus objetivos y qué cosas suelen llevar a uno al fracaso.

En la última sesión con mis clientes de la mentoría grupal estuvimos hablando largo y tendido sobre este asunto. Fue muy revelador para ellos, pues a medida que iba explicando lo que tenían que hacer se iban dando cuenta de lo que no habían hecho hasta ahora.

No cabe aquí todo lo que les expliqué pero sí te daré el consejo más importante, que tiene que ver con el primer paso. Porque está claro que si el primer paso no es bueno, el camino tampoco lo será y no nos llevará a ninguna parte.

Mi consejo es que lo más importante es acertar con el objetivo que nos imponemos inicialmente.

Muchos fracasan con sus objetivos porque se pasan de largo o se quedan cortos. Quiero decir, o se ponen objetivos prácticamente inalcanzables o se ponen objetivos ridículamente pequeños que apenas apetece perseguir.

Si un objetivo es demasiado grande, desistiremos pronto viendo que lo que anhelamos queda muy lejos de nuestra capacidad porque empezaremos a dudar de la utilidad y sentido de nuestros esfuerzos.

Si un objetivo es demasiado pequeño, desistiremos pronto porque veremos que un objetivo así apenas tiene poder para mejorar nuestra vida y, por lo tanto, no le veremos tampoco sentido ni utilidad al hecho de tener que llevar a cabo una serie de esfuerzos.

Así que, lo más importante es que el objetivo que nos vayamos a poner sea alcanzable pero no fácil de conseguir y que, sí o sí, tenga un potencial grande para mejorar nuestra vida.

Por ejemplo, aprender inglés está genial, pero… ¿va a mejorar tu vida? ¿Tienes pensado irte a vivir a Estados Unidos y por eso quieres dominar el idioma? ¿Te lo piden para acceder a un puesto de trabajo que duplicará tus ingresos? ¿Tienes un buen motivo para aprenderlo? Porque si no tienes una buena excusa para conseguir tus objetivos… te lo digo de antemano: NO LOS VAS A CONSEGUIR. PUNTO.

Así que, vuelve a empezar. El primer paso no es darlo sino pensarlo bien.

FUERZA Y PAZ.

 

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