La verdad es que a veces pasan cosas jodidas en la vida, a veces incluso sin merecerlas en absoluto.
Y ante la ausencia de una explicación racional de la que hacernos cargo, sólo nos queda la opción de soportar con dignidad la porción de sufrimiento y dolor que nos toque. Sólo “son cosas que pasan, así es la vida”.
En el peor de los casos, siempre podremos hacernos más fuertes.
La fortaleza interior: eso que no le sobra a nadie nunca.
FUERZA Y PAZ.