CONTACTO: TLF – 692846053 (WhatsApp) – Correo joan@joangallardo.es
Reflexiones y escritos diarios sobre la vida.
Conversación con un seguidor de Instagram, justo anoche:
—Joan, ¿cómo puedes leer tanto? Hasta donde yo sé… trabajas, tienes dos hijos, tienes el podcast, el blog, la newsletter y demás. ¿Cómo lo haces?
—Bueno, dejo de hacer una serie de cosas que me permiten tener más tiempo para leer.
—¿Y ya está? ¿Sólo es eso?
—Pues sí… ¿te he decepcionado?
—¡Ja, ja, ja! ¡No es eso! Pero igual sí esperaba algún truco de lectura rápida o algo así.
—Pues no. Priorizo la lectura entre otras actividades. Me tomo la lectura como parte esencial de mi trabajo como escritor.
—¿Sí?
—Oh y tanto. No concibo tal cosa como un escritor serio que no lee seriamente. Para escribir profesionalmente hay que leer profesionalmente también, esa es la clave. Al menos para mí. Yo, cuanto más leo mejor escribo. Punto.
—Genial. ¿No?
—Muy, muy, muy genial. ¡Ja, ja, ja!
92/1000
FUERZA Y PAZ.
A excepción del gran Antón Chéjov nunca me han gustado los relatos cortos.
Hasta hace unos días.
Porque he encontrado a alguien que me gusta tanto (o quizá más) que el genio ruso.
Hablo de Raymond Carver.
Qué forma de escribir. Qué forma de narrar.
Qué forma de contar cualquier historia y hacerla interesante.
Ya lo decía Chesterton:
«No hay temas sin interés, sólo personas no-interesantes».
Volviendo a Carver, lo he descubierto con la obra «Vidas cruzadas» (igual te suena de la película de Robert Altman, del mismo título).
Aquí tienes, por si quieres echarle un vistazo: https://amzn.to/4liEC6j
91/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: Si quieres más recomendaciones de libros, no dejes de apuntarte a mi newsletter semanal, es completamente gratis: https://joangallardo.es/newsletter/
La vida, cuanto más ligera, mejor.
Y será ligera cuando sea sencilla.
Cuando no la compliques.
Mantenlo simple.
Sé práctico y resolutivo.
Sé sencillo.
Las personas sencillas viven vidas sencillas, y mejores.
90/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: Sobre esto escribí en mi primer libro «Nunca renuncies a ser feliz». Lo puedes comprar aquí, no te arrepentirás, te lo prometo: https://amzn.to/4epTiwT
Estaba en mitad de un partido de fútbol. Tenía unos 16 años. Ya había discutido minutos antes con el árbitro, pero nada del otro mundo, nada grave. No le caí bien, lo noté de inmediato.
En una de las jugadas me tocó defender y estaba corriendo hacia mi portería intentando llegar a un ataque del equipo contrario. Tenía a dos rivales a mi altura, uno a cada lado. Y más adelante, el árbitro, que me daba la espalda.
En esas que los dos rivales que tenía cerca comenzaron a discutir fuerte entre ellos hasta que el que tenía a mi derecha le dijo al otro: «Eres un hijo de puta».
Entonces el árbitro tocó el silbato, paró el partido, se dio la vuelta hacia donde estábamos y yo, al momento, pensé: «les va a echar la bronca por insultarse aunque sean compañeros».
Pero no. Ni por asomo fue así.
Se sacó la tarjeta roja del bolsillo y me expulsó a mí. Sí, por en teoría llamarlo hijo de puta.
Me quedé seco. No entendía qué estaba pasando. No lo asimilaba. Busqué con la mirada al entrenador que había entrado al campo para preguntarle al árbitro el porqué de mi expulsión.
—Me ha llamado hijo de puta —dijo el árbitro.
—Yo no le he escuchado abrir la boca —respondió mi entrenador.
Pero daba igual. Me expulsó y no iba a jugar más.
Mi entrenador me pidió que me fuese del campo. Yo obedecí, en shock.
Cuando estaba a punto de salir del campo, un poco más consciente de lo que acababa de pasar, me detuve. Me di la vuelta y me fui corriendo hacia el árbitro. Quería matarlo. Me sostuvieron entre cinco o seis compañeros de uno y otro equipo. Yo lloraba poseído por la rabia.
El jugador del otro equipo que había dicho lo de hijo de puta, viendo la que se había liado, fue a hablar con el árbitro y le dijo que yo no había dicho nada, que había sido él que se lo había dicho a un compañero.
El árbitro dijo que le daba igual, que estaba expulsado y punto. Lo escuché todo. Entonces ya necesitaron a una decena de tíos en forma para pararme.
No digo esto con orgullo, es más… me avergüenza mi conducta pero en honor a la verdad lo cuento como realmente fue.
Mi madre, que andaba por allí, me cogió del brazo, me metió en su coche y me llevó a casa. Lloré durante horas.
No seáis nunca injustos con nadie. No creo que haya nada peor.
Y si os equivocáis con alguien, admitidlo y pedid perdón.
89/1000
FUERZA Y PAZ.
Siempre habrá alguien criticando lo que haces. Hasta cuando lo hagas con tus mejores intenciones. Cuando eso pase, te extrañarás, no lo entenderás y entrarás en duda.
No pasa nada, es normal.
Puedes analizar la crítica, si quieres. Puede, aunque es poco probable, que estés ante esa rareza de la vida llamada «una crítica justa». Pero lo más probable es que no sea así. Que sólo sea alguien con ganas de molestar y atacar.
Si crees que lo que estás haciendo es correcto, sigue haciéndolo. Aunque a alguien le parezca mal o muy mal.
No dejes a la gente adecuada sin lo que estabas haciendo por ellos.
88/1000
FUERZA Y PAZ.
El viernes presenté mi último libro «Las 48 reglas de la disciplina» en el Fnac de Valencia.
La verdad es que en algunos momentos (como en el de la foto) de la conferencia me asaltaron recuerdos de cuando mi vida era completamente distinta, plenamente anónima, y la comparaba con el hecho de estar ahí dando una charla a un centenar de personas hablando de mi segundo libro publicado.
Es increíble lo mucho que puede cambiar la vida.
Incluso a mejor.
Qué importante es tener esperanza. Fe. Creer. Soñar. Tener ilusión.
Doy gracias a Dios por todo esto, mientras dure. Y si un día termina —espero que no— le daré gracias por poder haberlo vivido.
FUERZA Y PAZ.
No sólo necesitas trabajar más duro.
También necesitas tener buenas ideas.
Y para tener buenas ideas, necesitas tiempo.
Tiempo y una fuerte tolerancia a tener ideas mediocres.
Porque, escúchame bien: nadie tiene ideas buenas todo el tiempo.
Pero resulta que tener ideas buenas es una habilidad. Y, por lo tanto, si se entrena, si se practica… se mejora.
100 ideas mediocres quedan sepultadas por una sola idea buena.
Así que, lánzate. Pruébalo. Y no te rindas.
86/1000
FUERZA Y PAZ.
Dice la regla nº12 de mi último libro «Las 48 reglas de la disciplina» que «la disciplina es una amiga agradecida».
Y creo al 100% que es así.
En la vida intentamos muchas cosas que, en el fondo, no sabemos si nos traerán algún tipo de recompensa en el futuro. Eso, con la disciplina, no pasa. La disciplina siempre trae recompensa. Y la trae en forma de avance en lo que se refiere a conseguir aquello que nos proponemos o la trae en forma de una mejora interior en cuanto a la autoconfianza, autoestima y autopercepción. O ambas a la vez, claro.
Como lo llaman ahora: esto es un win-win de manual.
Ser disciplinado resulta rentable en exceso.
Y si me permites mi opinión personal… no trabajar la disciplina es una auténtica locura y una puñetera irresponsabilidad.
¿Estás obligado a convertirte en una persona disciplinada?
No, claro que no.
Pero quizá deberías tomártelo como una obligación… por tu bien. Por tu futuro y por el de los tuyos.
85/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: y, encima, resulta que no es tan difícil empezar a ser más disciplinado. Y si no te lo crees lee mi libro del que te hablo en este post:
Conversación con una clienta justo ayer por la mañana:
—Joan, ¿tú tienes algún sueño aún?
—Oh sí, muchos.
—¿De verdad?
—Claro.
—¿Me los puedes decir o son secretos?
—Claro que te los puedo decir. Pues mira, sueño con vivir en el campo, con poder dedicarme a la escritura casi a tiempo completo, sueño con tener un rebaño de ovejas y dos perros ovejeros, sueño con tener nietos, sueño con ver a mis hijos siendo adultos y felices, sueño con tener más tiempo libre, con poder dar paseos por el monte que duren horas, sueño con cortar leña a diario con un hacha, sueño con visitar Jerusalén y el Parque Nacional de las Secuoyas, también con visitar Japón, con poder leer todos los grandes clásicos de la literatura, sueño también con poder ver una aurora boreal alguna vez, sueño también…
—¡Vale vale, madre mía Joan!
—¡Ja, ja, ja, tú lo has preguntado!
—Ya, ya… pero no me esperaba algo así… alucino, vamos. ¿Y crees que podrás cumplirlos todos?
—Pues… ¡supongo que no!
—¿Entonces?
—¿Entonces qué?
—¿No te da pena?
—No, es peor no tener sueños por cumplir que sueños sin cumplir. En el peor de los casos, habré tenido la ilusión, que para mí, al menos, ya es mucho.
84/1000
FUERZA Y PAZ.
Mañana estaré en Valencia, participando en una charla con Alex Celada sobre la vida, la felicidad, la disciplina, etc, en el Fnac de San Agustín a las 18:30h.
La entrada es gratuita pero hay que reservar plaza aquí: https://forms.gle/hTHqLQjazrdMoQs7A
Luego habrá firma de libros, fotos, etc.
No te lo pierdas porque la verdad es que salgo poco de casa y lo mismo un evento así no vuelve a darse en años 😉
Por mi parte, la máxima ilusión y muchísimas ganas de encontrarme con mis lectores.
Muchas gracias por todo.
83/1000
FUERZA Y PAZ.
¿Lo has intentado en serio?
Esta es una gran pregunta aunque quizá no sea muy agradable responderla.
¿Qué fue lo último que intentaste conseguir?
¿Lo intentaste en serio?
¿Que qué quiero decir con si «lo intentaste en serio?
Justo eso. Si de verdad, de verdad de verdad, lo intentaste en serio. Con todo.
Si lo intentaste tan fuerte que sentiste vaciarte en ello.
Si lo intentaste tan de verdad que te quedaste seco de sacrificios por hacer y de ideas que tener y probar.
Eso es intentarlo en serio.
Ahora piensa en lo siguiente que quieres intentar conseguir.
¿Piensas intentarlo en serio?
¿Y cómo piensas hacerlo?
Escríbelo en un papel o en una nota del móvil.
Hazlo y ya habrás dado un paso hacia el objetivo. Uno bien grande.
Uno, bien serio.
82/1000
FUERZA Y PAZ.
El siguiente es un artículo original de mi newsletter semanal. No te pierdas más contenido así, suscríbete gratis en el siguiente enlace: https://joangallardo.es/newsletter/
P: ¡Hola Joan! Siento mucha envidia de esas personas que se las ve auténticas de verdad, entonces mi pregunta es la siguiente: ¿cómo consigo ser yo mismo? Muchísimas gracias por todo y por tus dos maravillosos libros, son brutales.
R: ¡Muchas gracias a ti! Es un placer.
Vamos con tu pregunta.
Tengo que decirte que no creo que la cuestión sea tanto «cómo ser uno mismo» sino «POR QUÉ ser uno mismo».
¿Por qué?
Porque si te convences de que lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo no te costará nada comenzar a serlo.
No necesitas tanto el cómo sino el por qué.
¿Y por qué ser tú mismo entonces?
Porque, como ya has comprobado, parece una opción mejor. Tanto que llega a provocarte envidia. Y es que yo nunca he escuchado a nadie decir que envidia a aquellos que no son auténticos, a aquellos que fingen ser quien no son. Ni yo ni nadie, supongo.
Es de nuestra intuición pensar que estaríamos mejor, que viviríamos mejor, que nos gustaría más (en definitiva) vivir siendo como somos en realidad. Sin fingir. Sin aparentar. Sin escondernos.
¿Y por qué es esto así?
Porque es una forma mucho más legítima de vivir.
Me explico: si vives siendo tú mismo y haces un amigo, sabrás que esa unión es REAL. La has conseguido por cómo eres en verdad. Y lo mismo con una pareja, un trabajo, etc.
Ojo, si te rechazan, el rechazo es más personal porque te rechazan a ti, a tu verdadero ser. Pero hay algo aún más importante: EL AUTO-RECHAZO.
¿Qué pasa cuando decides ocultar quien eres en verdad? ¿Por qué lo haces?
Porque crees que te iría mejor siendo otro que siendo tú mismo. Es decir: te rechazas. La idea es «yo mismo no me valgo, me iría mejor siendo otro». Y eso es muy fuerte. Imagina que mañana viene tu pareja y te dice «no me vales, me iría mejor con otro». Sería un golpe duro de encajar pero… lo terminarías superando porque esa persona se iría de tu vida pero tú… tú no puedes abandonarte. No puedes separarte de ti. Estás condenado a acompañarte hasta el final. Vivir siempre, toda una vida, en ese estado de auto-rechazo es algo demasiado cruel, duro y triste.
No vale la pena. Punto.
Por todo esto creo fervientemente que es mejor ser uno mismo que fingir ser quien no somos. No hay una opción mejor. No hay una alternativa que compense lo que se puede ganar por lo que se puede llegar a perder.
Porque esa es otra: ¿No puedo conseguir cosas interesantes fingiendo ser quien no soy? La respuesta es que sí. Pero no te saldrán gratis. Porque te pregunto: ¿de qué te sirve conseguir cualquier cosa si es a cambio de negarte, rechazarte y perderte a ti mismo?
Piénsalo.
81/1000
FUERZA Y PAZ.
Intenta ser feliz.
Si llevas algún tiempo sintiendo una infelicidad innegable… tómatelo en serio. Las cosas no tienen por qué ser así.
No pierdas la esperanza de que todo pueda cambiar.
No dejes de intentarlo.
De probar caminos distintos a los ya recorridos.
De ver la vida desde otro punto de vista.
No te rindas. Con esto no.
80/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: Sobre la felicidad, en profundidad, tienes mi primer libro «Nunca renuncies a ser feliz»: https://amzn.to/4epTiwT
Ayer me preguntaron:
—¿Cómo eliges qué proyectos empezar, Joan?
Yo respondí:
—Muy fácil: elijo siempre los proyectos que más ilusión me hacen.
La persona que me hizo la pregunta se quedó un poco parada, como si esperase una respuesta algo menos «romántica», y luego me preguntó:
—¿Y por qué?
A lo que yo concluí:
—Porque rindo mejor en los proyectos que me hacen ilusión, me salen mejor y… eso siempre ha resultado ser lo más rentable.
Pon tu sudor donde tengas ilusión. No hay más.
79/1000
FUERZA Y PAZ.
Este es mi segundo libro: Las 48 reglas de la disciplina.
Un libro donde me he propuesto dos objetivos claros:
1- Reconciliarte con el mismo concepto de la disciplina.
2- Enseñarte a ser más disciplinado.
Y ahora, apenas unos meses después de su publicación, creo que puedo decir que he conseguido con éxito ambos. Y si no, échale un vistazo a las siguientes reseñas:
Es un libro para devolverle a la disciplina la categoría y el valor que se merece. Para volver a humanizarla. Para hacerle justicia. Y para lograr que la gente consiga sus objetivos sin tener que autoexplotarse o quemarse por el camino.
Además podrás leer un prólogo muy especial de parte del gran Dr. Antonio Hernández.
Recientemente, mi querido Pepe García de «Pepe el estoico», me hizo una preciosa entrevista charlando sobre el libro, puedes verla íntegra aquí:
No esperes más, te prometo que te merecerá mucho la pena. Haz clic en el siguiente botón y tendrás diversas opciones para conseguir una copia del libro:
Ser disciplinado es difícil, pero hace la vida mucho más fácil.
La conclusión entonces es la siguiente, y es muy sencilla:
SER DISCIPLINADO CONVIENE. Y MUCHO.
Empieza. Ya. Hoy. Poco a poco pero hoy.
Comienza con cosas pequeñas. Por lo más fácil.
Dedícate a cumplir siempre que tengas ocasión.
Y en muy poco tiempo, quizá a los pocos días, ya empezarás a notar algo. Más autoconfianza, más respeto por ti, una mayor sensación de que puedas hacer las cosas mejor.
No lo dejes más.
Porque un día te arrepentirás.
76/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: Si necesitas un pequeño empujón aquí tienes mi último libro «Las 48 reglas de la disciplina», con él tus probabilidades de conseguirlo aumentarán drásticamente: https://amzn.eu/d/ikadipI
Lo que cuenta son las ganas.
Las ganas de hacer lo debido.
Y de hacerlo bien.
Las ganas de esforzarse.
Las ganas de aprender.
Las ganas de saber.
Las ganas de vencer.
Las ganas de levantarse tras perder.
Las ganas de luchar.
Si no tienes ganas, no queda gran cosa de ti.
Piénsalo.
75/1000
FUERZA Y PAZ.
Uno está constantemente transformándose en la persona que un día será.
Ahora mismo. En todo momento presente.
Concéntrate en hacer las cosas bien ahora. En este segundo.
Y cuando pases al siguiente, repite.
Y así, siempre.
Hazlo y pronto te lo agradecerás.
74/1000
FUERZA Y PAZ.
Pd: Para ayudarte a seguir consejos así he escrito «Las 48 reglas de la disciplina». Hazte un favor y no te lo pierdas: https://amzn.eu/d/ikadipI