No creo que haya algún estudio «científico» sobre ello (o sí) pero he observado que todas las personas de éxito que he tenido el placer de conocer en mi vida llevaban de serie una gran sonrisa todo el tiempo. Siempre sonríen.
Hay algo en la negatividad y la amargura del rostro que debe alejar al éxito, supongo que algo parecido me pasa cuando voy al supermercado a comprar, siempre esquivo las cajas con alguien malcarado atendiendo. Prefieres comprar cuando al otro lado hay una sonrisa.
Nunca he escuchado a nadie decir algo como «me enamoré de él por su cara de amargado» o «compré un coche a un comercial súper antipático, fue una experiencia genial».
Si estás buscando el éxito en cualquier campo empieza por sonreír, estarás ya un paso más cerca.