(Artículo original desde mi Newsletter «Pregunta a Joan». Puedes suscribirte gratis AQUÍ y además recibir un ebook muy especial)
—ME AGOBIA LA EXISTENCIA—
P: Hola, Joan. Soy un fan absoluto de tu newsletter, espero que no la dejes nunca. Mi pregunta/petición es: ¿Tienes algún consejo para superar el agobio de la existencia? Me siento muy perdido, tengo 26 años, no tengo pareja ni hijos, trabajo de lo que puedo, comparto piso con 3 personas más y me horroriza casi todo cuanto veo por la televisión. Me siento muy desubicado, inseguro en un mundo así. Sé que es mucha tela para una pregunta pero con que me digas alguna cosa que me alivie un poco… me daré por más que satisfecho.
R: Por desgracia tu situación es bastante común entre los jóvenes del país. Tengo que decirte que ese agobio existencial del que me hablas es más que normal en una tesitura como esta. Veo difícil poder experimentar un sentido y una satisfacción así.
Es más, te diría que es bueno que sientas esa inconformidad y esa incomodidad, porque es por ahí por donde tienes una oportunidad, un motivo para salir (o escapar) de esa situación.
No te conformes con la insatisfacción.
Lucha. Lucha y no te rindas hasta que llegues a un lugar en el que te veas a ti mismo diciendo: «Así sí, así me es suficiente, esto me basta».
Cuando la circunstancia de vida no tiene sentido, lo que hay que hacer es de la lucha por abandonar esa circunstancia el sentido de tu vida.
Si bajas los brazos ahora, habrás perdido algo que no se puede pesar con una báscula ni valorar con dinero: habrás perdido ese «algo» por lo que luchar, ese algo por lo que sufrir.
Ahora quizá sufras por tu situación actual y por la desesperanza, pero sufrir por algo bueno es infinitamente mejor.
Podrías sufrir intentando liberarte del agobio y de la angustia existencial.
Quien sufre por algo bueno, sufre menos.
NO TE RINDAS.
SIGUE LUCHANDO.
No pares de buscar otro trabajo.
Múdate de ciudad. O país.
Ahorra todo lo que puedas.
Lee toda la filosofía que puedas.
Hazte con mejores amigos.
Cuídate.
Mejórate a ti mismo todo lo que puedas.
Apaga la puta tele.
Pasea todos los días.
Levántate de la cama de un salto.
Busca a Dios.
Y no pierdas la esperanza.
FUERZA Y PAZ.