Romper Patrones. Como sea.

Recuerdo una noche. Estaba solo. Era tarde, algo así como las 4 de la madrugada.
Me sentía infeliz, desgraciado, amargado y arrinconado. Ah, y sin un puto duro.

Encima no entendía cómo había llegado exactamente hasta ahí.

Apagué la tele y me senté en el sofá con las manos sosteniendo mi cabeza.
«¿Qué puedo hacer? Ni puta idea».

Porque es verdad, no tenía ni idea de por dónde empezar.
Pero… de repente me vino la respuesta que me cambió la vida: «Haz lo que sea, pero haz cosas nuevas y diferentes».

Se acabó. Eso bastó.

Me puse a romper patrones como un loco.
Desde mi forma de vestir hasta mi forma de andar. Desde mi corte de pelo hasta la hora a la que me iba a despertar. Hostias, cambié hasta la decoración y distribución de mi ático.
Y cada día me preguntaba: «¿Qué puedo hacer de distinto hoy?».

¿Qué pasó?
Que las cosas cambiaron.
Tardó, no te mentiré. Pero cambiaron. Muchísimo.

Espero haberme explicado.
FUERZA Y PAZ.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies