Nadie espera que lo hagas en verdad. Nadie espera ya miradas a los ojos. Ni esperan de ti que trates a la gente con dignidad. Si dejas pasar a alguien en la cola del súper te mirarán como una especie extraña. Las gracias, los perdones y los buenos días están en desuso. Y ya nadie les lleva flores. Depende de los últimos activistas por el amor. En este sector se libra la batalla. El amor contra el fin de la dignidad del ser humano.