Te rompió el corazón, pero no quiso hacerte daño.
Aunque te lo hiciese.
Ten claro que alguna vez en la vida no te quedará más remedio que herir a alguien sin tener ganas de hacerlo.
Yo he roto algún que otro corazón y lo último que quería era hacer sufrir a nadie.
¿Y qué tengo que decir al respecto? Pues que «C’est la vie mon ami«.