La vida se mide por la cantidad de sonrisas, risas y carcajadas emitidas y provocadas a lo largo del día. ¿Cuántas veces has sonreído hoy? ¿Has hecho reír a alguien? ¿Ha habido carcajadas como vínculo entre tú y los que te han rodeado en algún momento del día? Recuerdo que en las peores épocas de mi vida pasaba semanas sin sonreír. Y llegué a pensar que «debía ser normal» a según qué edad y contexto. Pero ahora, después de todo, sólo creo que lo imposible debería ser una vida sin sonrisas, risas y carcajadas. Y a diario.
Siempre deberíamos cambiar de vida si perdemos nuestra capacidad para sonreír. El mundo se desvanece en la ausencia de tu sonrisa.