A raíz de una pregunta en mi canal de Instagram @joangallardocoach desarrollaré varios de los pensamientos que tengo dentro sobre los denominados «trabajos de mierda» y el enfoque que yo puedo darle repasando los hechos relacionados que he vivido a lo largo de mi vida y las situaciones personales que he ido observando también.
Hoy, os tengo que pedir, suplicar si es necesario, que compartáis éste episodio. Puede hacer la diferencia para mucha gente. Seguro.
HASTA MAÑANA.
Dice una de las mejores canciones de «The National» que uno sólo «tiene que ser valiente y agradable».
Y ser agradable es un acto de valentía hoy en día. Estar amargado y cabreado con el mundo es demasiado fácil. Es lo que se espera de ti. ¿No lo ves?
Los que crean que no pueden cambiar el mundo con simpatía, educación, solidaridad y amabilidad que se hagan a un lado y dejen espacio para que los demás sí actúen.
Libertad y hermandad. Más espíritu y menos política del odio y confrontación.
Hoy os tengo que pedir un favor. Y además no es para mí, nunca pido nada para mí, y menos favores. Pero éste es muy importante.
Hablo hoy sobre la diferencia entre criticar y atacar. Entre la línea que separa el posible crecimiento de la persona que recibe la crítica o el hundimiento de la persona débil que recibe el ataque.
Sé que me ayudaréis a partir de ahora. Porque todos saldremos ganando.
¿Me vas a ayudar?
No era difícil encadenar dos días seguidos, pero hay que celebrar las cosas, por muy tontas que sean.
Hoy os quiero hablar de las perseidas y una historia personal que puede animaros a seguir publicando vuestro arte. Sí, vuestro arte, sabéis bien de lo que hablo.
Hay lecciones en mil direcciones. En mil lugares y un millón de personas. Hay lecciones en las perseidas. En San Lorenzo y sus lágrimas. No tengáis duda de ello.
Espero que os guste.
Hoy cumplo 34 años y quiero hacer algo diferente. Algo que me provoque sensación de auténtico reto. Algo difícil. Difícil para mí.
No se me ocurre nada más complicado, en mi caso, que comprometerme a publicar un audio diario durante un año en este podcast. De hecho… no sé si podré hacerlo. Pero antes de pensar en si puedo con ello o no me he propuesto descubrirlo.
Que me lo diga la vida, no mi cabeza.
Vamos allá.
PAZ.
