No era difícil encadenar dos días seguidos, pero hay que celebrar las cosas, por muy tontas que sean.
Hoy os quiero hablar de las perseidas y una historia personal que puede animaros a seguir publicando vuestro arte. Sí, vuestro arte, sabéis bien de lo que hablo.
Hay lecciones en mil direcciones. En mil lugares y un millón de personas. Hay lecciones en las perseidas. En San Lorenzo y sus lágrimas. No tengáis duda de ello.
Espero que os guste.