Con la pareja equivocada la vida se puede hacer muy larga pero con la pareja adecuada la vida, esta vida, se te tendría que hacer terriblemente corta.
Una vez una persona me dijo:
«¿Sabes cuál es la forma más sencilla de hacer más largo y sufrido el viaje a alguien?».
Yo contesté que no lo sabía. Y él me contestó:
«Poniéndole una piedrecita en el zapato. Una tan pequeña que no pueda ver pero sí pueda clavársele en el pie».
Ojo con la compañía que llevas en tu viaje.
Puede ser terrible.