Un imbécil que dice la verdad es más importante que el eminente que dice una mentira.
Una persona es lo que es por el PROMEDIO de sus actos.
Pero un asesino puede salvar la vida a alguien.
Y un santo puede cortarte una oreja.
Por lo tanto, un sabio puede equivocarse y un tonto acertar.
Sin embargo… ¿aceptarás que el sabio se puede equivocar y que el tonto puede acertar?
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