Sí, existe una relación directa entre la felicidad y los hobbies.
Ojo, no todos los que tienen hobbies son felices pero sí que todos los que son felices tienen hobbies.
No puedo evitar ver cómo este asunto se sigue infravalorando tanto. Cada vez veo más presente la culpa en las aficiones y me plantean más a menudo la pregunta de si «no debería estar haciendo algo más productivo».
No hemos venido a ser productivos.
Hemos venido a ser felices.
Si una persona no puede usar su tiempo en hacer cosas que ama, ¿qué significado tienen las horas de trabajo y deberes? ¿Para qué sirve atender compromisos y obligaciones si no es para no hacerlo el resto del tiempo libre de toda culpa y remordimiento?
Los hobbies o las aficiones son de extrema importancia. La sensación de felicidad depende, en grandísimo grado, de la sensación de hacer cosas que nos gustan y hacerlas en mayor número que las cosas que nos disgustan.
Leer, pintar, jugar a juegos de mesa, escuchar música, ver películas, escribir, entrenar, ver documentales, coser, hacer escultura, la carpintería, cuidar el jardín, etc. Son prácticas maravillosas a las que entregar una parte notable de nuestro tiempo en la tierra.
Yo no veo el momento de poder volver a dibujar y tocar la guitarra, por ejemplo. Y sé que mi vida será mejor haciendo esas cosas que no haciéndolas.
¿Y tú?
¿Tienes hobbies?
¿Cuáles son?
¿Qué hobby podrías introducir y que tuviese el poder para sumar felicidad a tu vida?
Espero que este correo te sirva y ayude.
FUERZA Y PAZ.
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