«No te faltan respuestas. Te faltan mejores preguntas.
Las que tienes ahora son pobres y revelan respuestas pobres.
Hasta que no des con una gran pregunta, no tendrás ninguna respuesta que valga la pena».
Esto le dije a un cliente ayer.
Dejamos apartadas por un rato las respuestas y nos centramos en las preguntas.
Para cuando la sesión terminó, las respuestas aparecieron solas.
La pregunta es la materia prima de la respuesta.
La fuente. La madre.
FUERZA Y PAZ.