Vamos hoy con un tema que puede ser doloroso donde los haya: el pasado, la nostalgia y su melancolía.
Lo doloroso que puede ser tener una mala relación con el pasado, demasiado dramática y peliculera. Y el poder y alivio que podemos sentir si tomamos una decisión consciente al respecto. Por mucho que cueste. Lo que se puede controlar merece un esfuerzo.
Vamos hoy con el manido y pesado tema del respeto. Pesado, sí. Pesadísimo. Insoportable a veces el uso y entendimiento que se dispensa del mismo.
De paso me gustaría que algunos de los que estáis aquí hoy desecharais por completo aquello de «el respeto hay que ganárselo», tan peligroso y tan aceptado por la sociedad, de boca de muchas celebridades y gente famosa.
Hoy os traigo mi más honesta respuesta al respecto.
Nada demasiado científico ni intrincado. Nada rimbombante. Lo siento por aquellos que aman el lenguaje técnico y los malabares verbales que sólo ocultan el desconocimiento de la propia idea. El descontrol de la misma.
Espero que la sencillez del episodio os anime a atreveros. A creer.
Envidia. ¿Sabías que etimológicamente significa algo parecido a mal de ojo? Tremendo.
No le veo ningún uso útil. Una forma gratuita de envenenarse el alma. Y encima sin saber que es un juego que podría no terminar nunca ya que todos podríamos envidiar algo de alguien y cualquiera podría envidiar algo de nosotros también.
Y como ejemplo Michael Jordan y lo que ÉL PODRÍA ENVIDIAR DE MÍ. CON DOS COJONES. ¿Que no? Escucha y verás…
Muchas veces me preguntan cómo deshacernos del miedo antes de tomar una decisión o enfrentarnos a aquello que tememos. Imagino que buscando una mayor facilidad para llevar a cabos las situaciones temidas.
Sería ideal, ¿verdad? Pues no siempre se puede. Es más, normalmente no se puede.
Intentaré explicarme. Espero conseguirlo y que os sirva de algo.
Si me preguntan cuál es el mayor error hoy en la sociedad o en el ser humano lo tengo clarísimo: LA PÉRDIDA DE LA INTROSPECCIÓN.
Me niego a creer que muchos de los comportamientos, actitudes y actos adversos al ser y que nos llevan de cabeza a la infelicidad se habrían llevado a cabo si la introspección hubiera mediado. Imposible vamos.
Pero no. Pensamos poco sobre nosotros mismos. Reflexionamos poco y mal sobre nuestra propia conciencia. Sobre nuestros estados de ánimo.
Hoy podemos conocer las entrañas de facebook, whatsapp y un iphone pero no tenemos idea de lo que sucede dentro de nosotros y por qué pasa así.
Damos vueltas y pensamos mucho, sí, pero sobre las cosas, no sobre nosotros con respecto a las cosas… y por ahí nos desangramos hasta el seco. Ojalá poco a poco lo cambiemos.
Vaya, falta un mes. Esto ya tiene pinta de cuenta atrás definitiva.
Como os dije ya, quiero recordaros que me guardo los últimos 20 episodios para un especial, de modo que tenéis 10 episodios para vuestras últimas peticiones.
De paso he hablado también sobre la importancia de nuestros valores y principios cuando pensamos en el sentido de nuestra vida, el camino a seguir e incluso a qué dedicar nuestros esfuerzos profesionales.
Os agradezco mucho este tiempo juntos. Espero que sea una recta final bonita para vosotros, como lo será seguro para mí.
Hoy os hablo de un sector de la población con especiales problemas para ser felices. No todos, pero sí una gran mayoría.
Da mucho que pensar sobre el ser humano.
Espero que le deis una vuelta a esta idea u observación, porque muchos de nosotros andamos pensando en alcanzar algún día esa meta y puede que no sea tan bonita como creemos…
Me vais a permitir un episodio muy concreto hoy. Sobre un tema pequeño pero muy habitual en mi consulta y que, como muchas de las cosas pequeñas de la vida, puede provocar grandes malestares.
Veremos como puede que haya una forma alternativa de ver las cosas… una vez más.
El episodio de hoy precisa de una nueva apertura de miras. Incluso supone un ejercicio fantasioso, pero os invito a imaginarlo. Imaginar cómo sería un mundo sin críticas.
Y llamo crítica a lo que todo el mundo conoce por crítica.
Porque no hablamos aquí de una «crítica constructiva», lo que viene a ser ayudar a otro a mejorar. Y no es el objeto del episodio de hoy, claramente.
Pensadlo.
Gracias por estar ahí. Nos vemos mañana, seguro. PAZ.
Cada vez estoy más convencido de que una de las mayores fuentes de ansiedad y neurosis del ser humano es, precisamente, nuestras relaciones con otros seres humanos.
Una pena que nos enseñen raíces cuadradas en el colegio pero no nos enseñen cómo lidiar con las relaciones con nuestros prójimos.
Espero que el de hoy sea de esos episodios que recordáis durante bastante tiempo.
Gracias por estar ahí. Nos vemos mañana, seguro. PAZ.
Por petición popular dedico el episodio de hoy a la meditación. Intentaré dejar claras mis recomendaciones para empezar tal ancestral y especial ejercicio espiritual.
Como veis, la longitud del episodio de hoy habla sobre el esfuerzo por no dejar nada fuera del mismo.
El futuro y nuestras nefastas predicciones. Nuestro tremendismo con lo que nos depara y la ansiedad.
Y la única verdad es que no conocemos ninguna de las verdades que acontecerán en dicho futuro.
Ese dolor no se quedará así para siempre, por mucho que te parezca ahora imposible. Esa racha puede cambiar y cambiará. Puede que a peor, incluso a mejor, ya sabes.
Espero que ayude.
Gracias por estar ahí una vez más.
Nos vemos mañana, seguro. PAZ.
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