No sabes cómo me alegro cuando me despierto en mitad de la noche y veo que asoma un atisbo de luz por la ventana.
Noto a la fuente diciendo «Venga Joan, arriba»
Y simplemente me entrego.
No siempre me sentí así pero te juro que nunca me he sentido tan grande.
Y sabes cómo he llegado aquí?
Dándome cuenta.
Decidiéndolo.