Qué bonita es la humildad que evita que te tomes las cosas demasiado en serio.
Qué bonito es no tomarse excesivamente en serio a uno mismo.
Qué liberación ser sólo, como decía aquél, una brizna de hierba más en el mundo interactuando con otras briznas de hierba del mundo.
Qué bonito es descubrir que te has exigido demasiado y que puedes soltar un poco.
Y qué bonito es volver a la sencillez.
Gracias, humildad.
FUERZA Y PAZ.