Nunca le quites mérito a los logros de los demás.
Porque puedes decidir.
Puedes criticar.
Puedes alegrarte.
O puedes callarte la boca.
¿Qué sueles hacer tú?
Y… ¿qué te gustaría hacer realmente?
¿Qué te gustaría ser capaz de hacer?
¿Qué tipo de persona te gustaría llegar a ser?
Porque, al final, el acto hace la persona.
Casi todos pensamos mal en algún momento. Todos tenemos ese veneno.
PERO NO TODOS VAMOS ESCUPIÉNDOLO.
Y si eso fuese así siempre… vamos, viviríamos un nuevo Edén.
FUERZA Y PAZ.