El Mejor Amigo – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 27/33

Gánate tu propia amistad.
Demuéstrate que puedes confiar en ti.

Porque lo más habitual es que uno se mire al espejo y no vea a nadie.
O vea a un enemigo. A alguien en quien no confiar.

Haz por ti lo que harías por tu mejor amigo.
Haz por ti lo que esperarías que hiciese tu mejor amigo contigo.

Hoy. Mañana. Y cada día de tu vida.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.


 

 

Casas Abandonadas -Pensamientos Sobre la Autoconfianza 26/33

No hay autoconfianza sin audacia.
Sin cierta inclinación al peligro.
A lo nuevo, desconocido y inseguro.

Cuando era niño tenía un hobby junto a dos amigos más. Era, ni más ni menos, que meternos campo a través y descubrir casas abandonadas. Y, por supuesto, meternos dentro.

El mejor momento no era cuando entrábamos y escudriñábamos el lugar.
El mejor momento era antes. Cuando nos quedábamos frente a la casa y decidíamos si entrar o no.

Pensar quién sería el primero en «echarle huevos».
Pensar también si habría alguien dentro.
Pensar si habría espíritus o restos de ritos satánicos.
O si la mismísima casa se nos caería dentro al entrar.

Lo bueno de la historia es que solo nos rajamos una vez: la primera vez.
Era una casa de dos plantas con tablones en las ventanas y un ejército de higueras secas alrededor.
Nos quedamos mirándola algo así como quince minutos. Teníamos tanto miedo que no había espacio ni para el típico «a ver quién le echa pelotas a esto…». De repente se escuchó un ruido que no sabría describir hoy y partimos a correr. Corrimos hasta llegar a una carretera. Una vez ahí y a salvo nos quedamos jadeando, con las manos en las rodillas, mientras nos mirábamos. Sin que nadie dijese nada nos decíamos con la mirada «eres un cobarde, igual que yo».

Volvimos y entramos. Y después en todas las de la comarca durante un verano entero.

Al volver al colegio, éramos otros niños. Confiábamos más en nosotros mismos. Sentíamos una nueva seguridad. Una audacia pueril pero valiente, lo cual era mucho para unos niños de nueve o diez años.
El riesgo, el peligro y la inseguridad nos hicieron crecer. Sin duda.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

 

Decálogo Breve – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 25/33

La arrogancia no es el exceso de autoconfianza sino todo lo contrario.

El que confía en sí mismo no necesita de exhibiciones ni muestras de valía.
Tampoco necesita llamar la atención.
Ni aplausos ni defenderse del odio recibido.

«Solo tengo tiempo y energía para lo que es importante», dice.

No se desgasta en poses ni en parecer lo que no es.
No pierde el tiempo intentando agradar ni en buscar la aprobación externa.

Cree en lo que hace y por eso cree en sí mismo.

Acepta con humildad y espíritu de lucha la carga de su propio Ser.
Y la lleva con la máxima dignidad y autenticidad.

Su autoconfianza es brutalmente consecuente.
Y nadie, salvo él mismo, se la podría arrebatar.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

 

Inacción → Miedo – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 24/33

INACCIÓN → MIEDO → INACCIÓN

He llegado a comprender que es así como suele funcionar.
Es primero la inacción que el miedo.
Su causa y su efecto.

Quien no hace nada, lo teme todo.

Es tu iniciativa lo que debes conquistar.
Tu resolución. Tu determinación.

Debes ser como el corredor de los cien metros lisos en la salida.
Preparado para partir, para actuar. Sin la más mínima demora.
Sin la más mínima duda. Como un resorte.

Debes ser la primera cabeza que se distinga en el horizonte cuando la cosa se ponga fea.
Llegado el momento, no deberías recordar cómo era eso de tener la cabeza gacha.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

 

Tu Prioridad – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 23/33

¿Has hecho nunca de tu autoconfianza tu prioridad?
Porque la mayoría solo se acuerda de esto cuando falta. Cuando duele no tenerla.

La mayoría pasan más tiempo lamentándose de su autoconfianza que trabajándola.
Si se le dedicasen las mismas horas, yo no estaría ahora mismo escribiendo sobre este tema. Seguro.

«Lo siento, estoy bastante ocupado y dedicado a un proyecto personal. ¿Que cuál? Mi autoconfianza».
Dijo apenas nadie nunca.
¿Por qué no lo haces tú ahora?

  1. Adquiere un compromiso. Toma la decisión de comprometerte contigo.
  2. Establece un plazo mínimo. Digamos un año.
  3. Elimina toda acción que vaya en contra de tu autoconfianza.
  4. Introduce toda acción que vaya en favor de tu autoconfianza.
  5. Al finalizar cada uno de los días, haz un análisis de tus actos y corrígete si es necesario.

Prueba. No puedes perder nada.
Y puedes ganar muchísimo.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

 

Lo Que Evitas – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 22/33

La más fuerte autoconfianza proviene de hacer aquello que evitas.
Aquello que temes pero sabes que debes enfrentar.

Quien camine a pesar del temblor de sus piernas, conseguirá su ración de autoconfianza.
Quien haga lo que tiene que hacer a pesar del miedo, habrá comprendido la carga del Ser y la prueba que supone.

Estás a tiempo. Quizá a solo una acción de que todo comience a cambiar.
A un solo acto para que empieces a cambiar.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.


 

 

No Cuesta Tanto – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 21/33

La autoconfianza puede recuperarse.
Y la que nunca has tenido, crearse.

Hay pocas cosas más agradecidas que la confianza.
No es cierto que cueste conseguirla.
Lo que cuesta es empezar, como en casi todo lo que merece la pena en la vida.
Pero una vez adquirido el compromiso y la prioridad, el camino es sencillo y dulce.

Cada paso, cada acción, cada avance cuenta.
No hay que esperar para ver resultados.
No hay injusticia ni decepción.

Muchos no lo saben porque no lo han visto.
Y por eso dicen que no existe.
¿Qué me dices tú?

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Decide Por Ti – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 20/33

No dejes que nadie decida nunca por ti.
Necesitas responder por tus derrotas.
Y congratularte por tus victorias.

Si me equivoco por algo que me han aconsejado hacer, les culparé a ellos.
Si acierto por algo que me han aconsejado hacer, les daré el mérito a ellos.

Puedes preguntar, asesorarte, informarte, pedir consejo y consultar tus asuntos.
Pero la última palabra, la carga de la decisión y el peso de sus consecuencias debe ser 100% tuyo.

Hay una enorme cantidad de autoconfianza que emana de la responsabilidad.
Elude tu responsabilidad y la autoconfianza te eludirá a ti.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 

 


 

¿Te Eres Leal? – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 19/33

¿Confiarías en alguien que te es leal y que siempre mira por tu felicidad y tu futuro?

Responde con la máxima sinceridad a estas preguntas:

  1. ¿Te eres leal?
  2. ¿Miras por tu felicidad?
  3. ¿Miras por tu futuro?

Si has respondido negativamente a alguna de estas cuestiones, lo más probable es que tu autoconfianza se encuentre comprometida. Lo cual tendría toda la lógica del mundo, ¿no crees?

Eleva tu sentido común y elevarás tu vida. Sé razonable. No te engañes. No te hagas el sorprendido. No finjas que no comprendes lo que te pasa. No levantes el puño contra el cielo cuando quizá deberías hacerlo contra el espejo. No te mientas. No te traiciones. Haz de la felicidad y el auto-respeto tu prioridad. Pon un pie a menudo en tu futuro sin despegar el otro del presente.

No veo cómo podría irte mal.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Auto-Permiso – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 18/33

Toda la inteligencia y la capacidad del mundo no valen nada sin autoconfianza.
Serán como un reproductor de música de lujo sin altavoces. Fantásticamente inútil.

Una vez conocí a un chico cuyas capacidades eran mediocres pero su autoconfianza era majestuosa.
Por allá donde pasaba el suelo le besaba los pies. Fallaba cuatro de cada cinco. Pero acertaba la otra.
Por cada veinte derrotas ganaba cinco. Mucho más que la mayoría de sus coetáneos.

Entendió pronto de qué iba este juego  y nunca ha dejado de practicarlo.
Lo mágico no es que su autoconfianza compensara su «mediocridad» sino que terminó curándola.
Le permitió aprender como solo aprenden los que se sientan en primera fila.
Como solo aprenden los que no temen decir «no lo he entendido, ¿me lo puedes volver a explicar?».
Como solo aprenden los que se dicen «aprenderé a hacerlo bien, aunque se me dé mal un tiempo».

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Lo Que Has Hecho – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 17/33

La verdadera autoconfianza no proviene de lo que has conseguido sino de lo que has hecho, hayas conseguido algo con ello o no.

No dividas más tu vida entre las veces que has ganado y las veces que has perdido.
Empieza a hacerlo entre las veces que has hecho todo lo que has podido y las veces que no.

Mientras tengas el corazón lleno… qué más da lo que te quede en las manos.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

La Carga del Ser – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 16/33

Llamo autoconfianza a las ganas que tengo de dar la cara por mí.
Al apoyo que me represento.
Al respeto que me profeso.
Al compromiso al que me atiendo.

Llamo autoconfianza al saber que voy a estar ahí cuando me necesite.
Por difícil que sea.
Por poca energía que me quede.
Por muy grande que sea mi torpeza.

Llamo autoconfianza a la única forma posible de soportar la carga del ser.
Llamo autoconfianza a la única forma que tengo de sacar todo lo bueno de mí.
Todo lo bueno de la vida.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.


 

 

Autosuficiencia – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 15/33

Deja de preocuparte por lo que los demás piensan de ti.
Y nunca pongas tu propia confianza en manos de otras personas.
Sean quienes sean.

La autoconfianza precisa y requiere de autosuficiencia.
Independencia. Libertad.

No eres lo que eres por lo que el otro cree que eres.
No vales lo que vales por lo que el otro cree que vales.

Tenlo claro: primero de todo, te necesitas.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Protégete – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 14/33

Defiéndete. Aunque seas más débil que lo que te está atacando.
Puede que sea aquí donde nace la autoconfianza.

En mi caso fue así. Un día me puse en pie y decidí que nunca más me dejaría pisar.
Y crecí dos palmos en un segundo.

Desde ese momento todo cambió. Empezando por el compromiso.
El compromiso por mi propia integridad y dignidad.
Que son componentes ineludibles de la autoconfianza, el autorespeto y la autoestima.

Levanta el mentón. Abre los ojos. Hincha tu pecho. Defiéndete.
Declárate cosa valiosa que proteger y escudar.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

La Respuesta – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 13/33

La profesora hacía una pregunta en clase y decía: «que levante la mano quien sepa la respuesta».
Muchos la sabían pero no todos lo que la sabían levantaban la mano.
El miedo a equivocarse llega demasiado pronto, se aprende demasiado fácil y cuesta demasiado vencerlo.

La buena noticia es que hay un remedio… y que todos lo conocemos:
Empezar a levantar la mano. Empezar a atreverse. Empezar a hacer. Empezar a equivocarse en la dirección adecuada.

A la autoconfianza se llega a base de acciones.
No a base de no fallar nunca.

La vida nos ofrece a diario la posibilidad de cambiar las cosas.

La vida te pregunta, todos los días:
«Levanta la mano si sabes la respuesta».
Tú, en el fondo, la sabes.
¿Vas a levantar la mano hoy?

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Tu Mejor Amigo – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 12/33

Sin autoconfianza no puede haber felicidad.
¿Acaso podrías ser feliz, por ejemplo, en un matrimonio sin confianza?

«Hey, no confío en ti en absoluto, pero te quiero con toda mi alma eh».
No es posible decir esto sin mentir en un sentido u otro.

Sin autoconfianza la idea del futuro asusta y pesa demasiado.
¿Cómo voy a manejar lo duro que está por venir si no confío en mí?
El mañana es terreno hostil para el que no confía en sí mismo.

Debes ser la mejor compañía que tengas en la vida. Tu mejor amigo.
De lo contrario, vivirás desamparado. Indefenso. En la peor soledad.
E infeliz.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 

 


 

Con el Corazón – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 11/33

Hagas lo que hagas, cree en ello. Con todo el corazón.
Aunque finalmente descubras que estabas equivocándote.

Porque equivocarnos, nos equivocamos todos.
Pero corazón… solo lo ponen unos pocos.

Puedo vivir con las equivocaciones de una vida,
pero sé que no podré con el peso de una vida vivida a medias.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Auto-Seguridad – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 10/33

No confío en mí porque crea que podré con todo.
Confío en mí porque sé que no me abandonaré cuando caiga.
Sé que estaré ahí en los peores momentos.
Como he hecho siempre a lo largo de mi vida.
¿Cómo no voy a confiar en mí?

Piso fuerte cada palmo de tierra. Seguro de mí mismo.
Cuanto más confío en mí, más seguro me siento.
Y cuanto más seguro me siento, más confío en mí.

Así, no hay manera de que este mentón baje.
No me encontrarás nunca mirando al suelo.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.


 

Paz Interior – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 9/33

Sin autoconfianza no puede haber paz interior.

Sin autoconfianza, el miedo se impone.
Gobierna. Tiraniza. Expropia a la persona de su libertad.

¿Cómo voy a confiar en mí si el miedo me posee?
¿Qué voy a ser capaz de hacer en tales circunstancias?
¿Cómo voy a defenderme?
¿Cómo voy a proteger la vida que quiero?

Puedo decir que no queda otro remedio que confiar en uno mismo.
Todos los otros caminos son peores. Realmente invivibles.

Dime: Si no tuvieses otra opción que comenzar a confiar en ti, ¿qué harías?, ¿por dónde empezarías?, ¿qué dejarías de hacer?

Piénsalo bien. Para la cuestión de la autoconfianza nunca es demasiado tarde.
Y más si quieres vivir una buena vida.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.

 


 

Inversión – Pensamientos Sobre la Autoconfianza 8/33

¿Has invertido nunca un año de tu vida en mejorar tu autoconfianza?
¿Y medio año? ¿Tres meses? ¿Un mes entero?

La mayoría, ni diez días seguidos.

La palabra «invertir» viene del latín «invertere«, que significa algo como «verter hacia dentro».
Déjame preguntarte: ¿Qué has estado vertiendo dentro de ti hasta ahora?
¿Cosas buenas? ¿Cosas malas?
¿No lo sabes? Mira dentro pues. ¿Qué ves? ¿Qué hay ahí?

Ahora, una pregunta más importante:
¿Qué te gustaría ver dentro de ti?

Y, ahora, la más importante:
¿Qué vas a verter dentro de ti?

Elige una cosa. Una que valga mucho la pena. La autoconfianza, ya que hablamos sobre ello, siempre merece la pena. No hay muchos tesoros mayores en la vida.
Establece un tiempo para dedicarte a ella. Tres meses estará bien para empezar. Seguro que ya es mucho más de lo que le has dedicado hasta ahora.
Al finalizar ese plazo, evalúa. No podré creerme que no hayas avanzado.

¿Y después de ese plazo?
Pues… ya sabes: a por más.

FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.


 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies