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—HÁBLATE BIEN—
P: ¡Hola Joan! El capítulo de tu libro sobre el autodiálogo me pareció increíble, brillante. Quiero ponerlo en práctica ya porque la verdad es que me hablo de pena. ¿Tienes algún consejo o pauta para empezar ya a mejorar esto? ¡Muchísimas gracias Joan!
R: Me alegra mucho saber que te sirvió mi libro, gracias por decírmelo.
Bien, como decía en mi libro, es imposible ser feliz sin no te hablas bien. De igual modo que no sería posible ser feliz con alguien al lado que te habla mal todo el tiempo. Esto es una cuestión LÓGICA. No hay que darle más vueltas.
Pero es esencial tener esto como punto de partida argumental:
¿Quieres ser feliz? Entonces tienes que conseguir hablarte bien. Punto.
Aquí te dejo las 3 prácticas o consejos que mejor me han funcionado con mis clientes desde hace más de 10 años:
1- NO SEAS TIBIO: Tienes que establecer una promesa, un compromiso de terminar DE CUAJO con el mal autodiálogo. Si te propones hablarte un poco mejor terminarás volviendo a tu forma habitual de hablarte. La promesa no puede ser «voy a intentar mejorar esto», no, de ninguna manera. La promesa tiene que ser la siguiente: «NO VOY A HABLARME MAL NUNCA MÁS».
2- NO ECHES GASOLINA AL FUEGO: Ahora estarás pensando «vale, ¿Y si me hago esa promesa y fallo y me hablo mal de nuevo?». A lo que yo te diré que ahí tienes una oportunidad de oro para practicar el autodiálogo. Más de una vez he tenido un diálogo con un cliente parecido a este:
—Joan, me he vuelto a hablar mal esta semana.
—Vale, ¿y bien?
—Pues nada, que soy un inútil de manual.
—Eso es hablarse mal de nuevo.
—Joder, es verdad. ¿Qué tendría que decirme aquí?
—A ver, yo te diría ahora algo como: «Te has esforzado, eso está muy bien. Ahora sólo tienes que volver a intentarlo, confío en ti».
—Eso me hace sentir muy bien…
—¿Puedes convertirlo en una frase dicha por ti para ti?
—Puedo intentarlo… «Me he esforzado, eso está muy bien, ahora sólo tengo que volver a intentarlo, confío en mí».
—¿Qué tal sienta?
—Joder… pues muy bien.
Si fallas, no te machaques. Tampoco seas condescendiente. Admite tu error y anímate a seguir con tu misión de llegar a tener un buen autodiálogo. Anímate como animarías a la persona que más quieres del mundo.
3- SIGUE LAS 3 PAUTAS DE ORO:
A- Fíjate, analiza ese diálogo interior. Intenta pillarte hablándote mal. Hazlo consciente. Cuando detectes que te estás hablando mal no lo apartes, toma ese diálogo y pasa al siguiente punto. El punto B.
B- Analiza lo verídico que hay en ese diálogo interior. Puede que esas malas palabras escondan una autocrítica justificada. Nadie lo hace todo bien todo el tiempo. Busca siempre la verdad de las palabras que suenan en tu mente. Ahora bien, si no hay verdad en ellas, simplemente dite algo como: «Esta crítica no es crítica sino ataque, lo desecho, lo descarto, lo rechazo frontalmente». Pero si hay verdad en ese ataque, conviértelo en una crítica constructiva, que es el punto C.
C- Convierte un ataque en una crítica constructiva y amable. Porque no es lo mismo decirse «Mierda, he vuelto a fallar, soy un puto inútil», que decirse «Me he vuelto a equivocar, tengo que hacerlo mejor, voy a estudiar la manera de minimizar el riesgo de volver a fallar en esto».
Con esto ya tienes más que suficiente como para ponerte a trabajar. Adelante. Espero que pronto mejores. Yo, desde aquí, te prometo que cambiar a mejor el autodiálogo te cambiará la vida.
FUERZA Y PAZ.