Nadie se hace fuerte en los buenos tiempos.
Igual que uno no fortalece sus piernas bajando escaleras sino subiéndolas.
Y como las malas rachas son seguras, la posibilidad de volverse fuerte es común y también segura para cada persona.
Todos tendremos, al menos, un puñado de malos tiempos.
Por lo tanto, todos tendremos también, al menos, un puñado de oportunidades para volvernos fuertes.
Aprovecha cuando puedas, no siempre tendrás la suerte de vivir un mal momento.
FUERZA Y PAZ.