¿Qué puedo hacer para ser más disciplinado?
—¿Qué quieres exactamente?
—Hacer lo que tengo pensado hacer.
—¿Tienes planificado y organizado eso que quieres hacer?
—En mi cabeza.
—¿En tu cabeza? Ese lugar es demasiado grande. ¿No tienes agenda?
—No. No uso.
—¿Y una hoja donde escribir ese plan?
—No.
—Entonces olvídate de ser disciplinado.
—¿De verdad?
—Sin orden no hay organización. Sin organización no hay disciplina, sólo improvisación e ineficencia. Piénsalo, si quisieras que alguien hiciese por ti algo extremadamente importante para tu vida, ¿se lo dirías de palabra o se lo apuntarías en un papel con las instrucciones exactas y los plazos concretos?
—Se lo escribiría con todos los detalles, tiempos y plazos para que completase la tarea…
—Eso es lo que yo pensaba…