Se trata de diferenciar entre lo que se quiere y lo que se necesita.
Y después, de querer lo que se necesita.
Si algo tenemos dentro es el conocimiento de cuando estamos eligiendo mal.
Sabemos cuándo malgastamos dinero.
Sabemos cuándo obramos mal.
Sabemos cuándo no estamos siendo disciplinados.
Sabemos cuándo estamos evitando hacer lo que deberíamos hacer.
Lo que pasa es que también tenemos dentro la capacidad de decirnos que no sabemos. Que no sabemos distinguir. Que no sabemos elegir.
Y esto es así porque también tenemos dentro otra cosa: la capacidad para mentirnos.
Pero, pero, pero… también tenemos dentro una última: la incapacidad para creernos nuestras propias mentiras. Siempre sabemos cuando nos estamos mintiendo. Por mucho que digamos que no.
Y lo sabes.