Hay aún muchas cosas buenas y bonitas por vivir.
Las suficientes como para dar un paso más hoy.
Y otro mañana.
Hay demasiada belleza como para despreciarla.
Como para decirle «no me compensas».
«No me eres suficiente».
En un atardecer puedes elegir.
Si mirar el cielo. O mirarte los pies.
Todo lo bueno que hay no cabe en un solo corazón.
Y no, no elimina lo malo.
Pero, sin duda, lo compensa.
FUERZA Y PAZ.
Y ESPERANZA.