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¿Por qué crees que el rechazo es mejor que la autocensura?

-Joan, ¿puedes explicar (como dices en tu libro) por qué crees que el rechazo es mejor que la autocensura?

Claro que sí. Vivimos expuestos a dos tipos de rechazo: el externo y el interno. Pueden darse a la vez, uno sí y el otro no o puede no darse ninguno de los dos (dependiendo del contexto cada vez).

Yo puedo tener la aprobación de alguien más pero no tener mi propia aprobación.
Puedo no tener la aprobación de los demás pero sí la mía.
Puedo tener mi aprobación y también la externa, aunque como he dicho ya esto dependerá de cada situación concreta que se dé pues es muy difícil que alguien obtenga siempre la aprobación de los otros.
También puedo no tener mi aprobación y tampoco la de los demás, sea en el orden que sea.

Dicho esto, paso a explicar la idea con un ejemplo:

Pensemos en el caso de un artista pintor de óleos (por no usar un caso especialmente sensible y así poder extraernos de la ecuación con el fin de poder ver la misma con claridad). Imaginemos que adora su trabajo, que adora pintar. Lo hace lo mejor que puede y, finalmente expone. El público se acerca a contemplar su trabajo. Sin embargo a la mayoría le disgustan sus obras, rechazándola y rechazándole a él también. Nuestro querido pintor se siente triste puesto que su trabajo no ha gustado a los asistentes. No obstante, al cerrar la galería, él se queda mirando sus cuadros y estos le siguen gustando. Se siente orgulloso de su obra. Tiene ganas de seguir pintando y de mostrar su obra a otras personas esperando encontrar a personas que valoren también (como él) su arte.

En resumen: un público numeroso concreto lo ha rechazado pero él no se ha autocensurado por ello. Entonces puede seguir hacia delante.

Te preguntarás: «¿y no puede ser simplemente que su arte sea malo o de baja calidad y no tenga potencial para gustar a nadie?«. Y bueno, sí y no. Sí porque, en efecto, el arte precisa de unos mínimo para poder adentrarse en el legítimo mundo de la subjetividad. Y no, porque, si aceptamos que hemos alcanzado una técnica mínima y necesaria para pintar y mostrar una pintura, tendremos que aceptar también la mencionada subjetividad del arte y lo que a mí me parezca una obra «mala» a otro le podrá parecer «magistral».

PERO, y esto es lo más importante, suponiendo que su obra no tenga el nivel suficiente, la eliminación de la autocensura derivada del rechazo externo permitirá que nuestro pintor siga pintando. Estudiando. Practicando. Mejorando.

El rechazo externo es estéril si no consigue que la otra persona se autocensure.
Pero si hay autocensura, el rechazo será propio. De mí contra mí. Y ahí todo se detendrá.

Yo puedo soportar que no creas en mí pero no puedo soportar no creer en mí.
No se trata del rechazo sino de lo que provocará en la relación que tengo conmigo mismo.

Por este motivo es que digo que el rechazo es mejor que la autocensura. Y por mucho.

Gracias por tu pregunta.

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