Nunca mires atrás con rencor. Tu vida ha sido una gran colección de cuadros y retratos. Puedes elegir libremente cuáles colgar en la pared de tu existencia. Recuerda todos esos momentos llenos de amor, dulzura y ternura y construye lo que te queda de historia a partir de ahí.
Si estás sólo recuerda la vez que amaste y te amaron. Si no perdonas recuerda la vez que te perdonaron. Si lloras recuerda la vez que sonreíste. Si pierdes la esperanza recuerda la vez que la ilusión brotaba por tu mirada.
Y si todo esto nunca sucedió imagina lo bonito que será dentro de 10 años recordar que tal día como hoy te propusiste empezar a elaborar tales momentos. Tales cuadros. Tales retratos.