No interfieras. Cuando por interferir se comprenda desviar el advenimiento de la verdad. Quizás descubres que esos pilares que llegaron fueron tu propia obra ilusoria. Quizás has maquillado más de lo que piensas o quizás has cerrado los ojos más fuerte de lo que los has abierto. En todo caso nunca es tarde. Y nunca lo es porque la verdad jamás se ausenta para siempre. A la Verdad ni le importa el mundo que has creado con tu ego. A su luz todo será descubierto. Gustes o no gustes en ese momento, acabarás gustando.