No hay nada de malo en rendirse por un rato. Alejarse mejora la perspectiva y aclara el paisaje. Lo que no conviene es retirarse para siempre. Puedes empezar a pintar un oleo a los 10 años y terminarlo a los 65. El secreto cosiste en no deshacerse del lienzo. Puedes retirarte momentáneamente pero no conviene abandonar del todo lo que una vez te llenó de ilusión. Uno nunca sabe cuando un fuego en principio apagado puede volver a arder.
