Siento cómo las respuestas me envuelven en un perímetro razonable. Sin embargo, sólo alcanzable si estiro un brazo.
No sólo me veo a mí así. A ti también te veo en el mismo escenario. Únicamente te separa la voluntad, de estirar ese brazo.
Ya sabes lo cerca que están las respuestas, pregúntate lo fuerte que es tu voluntad para alcanzarlas.