Si el Universo finalmente fuera infinito, ¿por qué no vas a poder colocarte en el centro del cosmos? Poco a poco te vas alejando tanto del epicentro de tu vida que ya te conoces menos que la gente que te rodea. Eres el menos sabio de tu vida y el más experto en la de los otros. Tienes soluciones y lecciones por doquier. Para todos menos para ti.
No existe otra solución para la pérdida del camino que la meditación e introspección. Cuando abandonas demasiado tiempo la senda, ésta se cubre de malas hierbas y maleza. La esperanza viene cuando miras tu mano y ves en ella una bella hoz. Esa hoz es tu despertar que sesgará el tallo de la infelicidad y el miedo. El miedo que da hacerse cargo de uno mismo. De colocarse justo en el centro del Universo.