A veces sentirás que la búsqueda de tu felicidad parece herir a otras personas. Olvídalo. Te llamarán ego-ísta, como sólo una persona cargada de ego sabe pronunciar. Jamás la felicidad que pueda adquirirse de forma individual e intrínseca herirá a nadie. Cuando el miedo te paralice, sólo debes dar un pequeño paso al frente. Al fin y al cabo sólo es una sombra temiendo una luz.
Reflexiones y escritos diarios sobre la vida.