Tus pensamientos cambian hasta la biología de tu cuerpo segundo a segundo. Los hay que se cubren las espaldas de la salud vía medicamentos y un buen seguro médico cuando, por lo visto, puede ser más efectivo simplemente intentar ser muy feliz, amar todo cuanto hagas y huir del estrés.
Si la felicidad viniera en pastillas la encontrarías en una farmacia patrocinada por una aseguradora. Hasta ese día, la felicidad es libre y gratis.