Las personas sí pueden cambiar. La mayoría de ellas no tienen ni pajolera idea de quién son. ¿Cómo no van a poder cambiar? Aquello que llaman YO bien pudiera ser casi en exclusiva EGO. El Ego es como la hiedra. La hiedra, sin un enrejado, una valla o un muro no alcanza más de 20cm de estatura. Con una pared donde agarrarse puede trepar hasta los 30 metros de altura. Sin la pared no es alta, con la pared llega al monstruosismo. El Ego es igual. Si le das ese soporte para su trepa llegará a cubrir tanto tu ser que ni tú ni nadie sabrá que hay detrás. Humedad y mugre en la mayoría de casos.
Pero por mucho que trepe y se tupe sobre el ser, nunca conseguirá que el Sol deje de iluminarlo. Sólo se necesitará un resquicio por donde pase la luz para posibilitar, al final, el inicio del auto-descubrimiento, el auto-conocimiento y el CAMBIO.