Sin autoconfianza no puede haber paz interior.
Sin autoconfianza, el miedo se impone.
Gobierna. Tiraniza. Expropia a la persona de su libertad.
¿Cómo voy a confiar en mí si el miedo me posee?
¿Qué voy a ser capaz de hacer en tales circunstancias?
¿Cómo voy a defenderme?
¿Cómo voy a proteger la vida que quiero?
Puedo decir que no queda otro remedio que confiar en uno mismo.
Todos los otros caminos son peores. Realmente invivibles.
Dime: Si no tuvieses otra opción que comenzar a confiar en ti, ¿qué harías?, ¿por dónde empezarías?, ¿qué dejarías de hacer?
Piénsalo bien. Para la cuestión de la autoconfianza nunca es demasiado tarde.
Y más si quieres vivir una buena vida.
FUERZA Y PAZ.
Y AUTOCONFIANZA.