Sobre La Paz Interior Y Lo Que La Roba.

Conversación con una clienta sobre la paz interior:

—Joan, ¿qué es lo que más le suele quitar la paz a las personas?
—Depende de la edad.
—¿En serio? ¿La edad?
—Claro, a un joven de 20 años puede quitarle la paz no tener pareja o trabajo. A los 60, envejecer. A los 80, haber usado bien la vida. A los 85, qué hay tras la muerte que ya asoma… depende de la persona y la fase de la vida.
—¿Y a ti? ¿Qué te quita la paz?
—Ja, ja, ja, intento no perder mi paz nunca. Me costó mucho encontrarla, como para ponerla en riesgo.
—¿Nada de nada pues?
—Quizá el deterioro de la sociedad a nivel ético/moral… pero la sociedad es un monstruo contra el que no puedo hacer nada que no sea terminar alejándome de ella si sigue así. De modo que no permito entregar demasiada paz en esto tampoco.
—¿Hay que ser celoso de la paz interior entonces?
—Sí, entiendo celoso por celar, vigilar, proteger. Guardar.
—Bien… entiendo que debo hacerla una prioridad. ¿No?
—Estás aquí porque no lo has hecho. ¿Sí?
—Totalmente.

  

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre El Dinero, El Trabajo Y El 25%.

Conversación con un cliente sobre el dinero:

Joan: Tienes que conseguir ganar, al menos, un 25% más de lo que gastas en un mes normal.
D: Ostras. Eso es mucho. ¿No?
Joan: Es más bien poco. El mínimo diría yo. Si ganas 1500 es ahorrar 375 todos los meses. O gastar 1125.
D: Pero… hoy en día todo está carísimo, Joan…
Joan: Sí. Por eso hay que centrarse en hacer dos cosas: gastar menos y ganar más.
D: ¿Cómo gano más?
Joan: Tienes dos maneras que llevo años usando con muchos clientes antes de ti. Una, vas a tu jefe y le dices: «Quiero ganar más dinero, ¿qué puedo hacer aquí por la empresa que nos beneficie a ambos?
D: ¿Y la otra?
Joan: Buscar otro empleo mejor pagado.
D: No puedo dejar mi trabajo ahora…
Joan: Ahora no, animal. Se trata de dejarlo cuando ya tengas el otro.
D:
Joan: Ni se te había pasado por la cabeza ir a una entrevista de trabajo teniendo uno ya, ¿me equivoco?
D: No te equivocas, no…
Joan: Ya tardas. Ponte las pilas o el año que viene estarás igual que hoy, pero peor.
D: ¿Por qué peor?
Joan: Porque todo se va a poner aún más caro.
D: ¿En serio?
Joan: Muy, muy, muy en serio.

  

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre El Buen Egoísmo.

Conversación con un cliente sobre el egoísmo:

Joan: Tienes que aprender a mirar por ti. Crear una prioridad en ti. Sobre ti.
L: Pero… ¿no es egoísta eso?
Joan: Es ser un buen egoísta.
L: ¿Hay un egoísmo bueno?
Joan: Claro, por ejemplo el que yo quiero para ti, para que tú estés mejor y luego pueda estar mejor la gente que te quiere. No te estoy pidiendo que mires únicamente por ti, te estoy pidiendo que te pongas como prioridad. Que llenes el estómago antes de ponerte a repartir.

 

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre El Perdón Y La Reconciliación.

Conversación sobre el perdón y la reconciliación con una clienta.

El perdón no tiene por qué llevar a la reconciliación. Lo sabes, ¿no? Porque son dos cosas distintas. Tú puedes perdonar, y de hecho creo que debes perdonar. Pero no estás obligada a reconciliarte con aquellos que perdonas. Claro que no. ¿Cómo? ¿Que si eso no te hace peor persona? ¿Quién dice eso? ¿La persona que quiere que te reconcilies con ella? Me lo temía. Te repito: el perdón es obligatorio; lo que haces con ese perdón, libre.

   

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre La Felicidad Y Los Caminos.

Conversación con un amigo sobre la felicidad:

Ayer vi una noticia sobre alguien famoso que celebraba una fiesta y salían muchas fotos de personas yendo. Así, muy arreglados todos, con la típica ropa que nadie llevaría por la calle, con pamelas tipo sombrilla de playa o gafas de sol de las que vendían en las gasolineras a primeros de los noventa. Y la cosa es que se les veía supercontentos. Entonces pensé: «Qué curioso que algo que a mí me resultaría una tortura a otra persona le parezca algo maravilloso». ¿Que si creo que eso es bueno o malo? Mira, yo creo que es fantástico. Que podamos llegar a una vida plena y buena por distintos caminos es algo bueno. Yo me moriría en la vida feliz de otros y estos mismos morirían en mi feliz vida. Tienes razón, quizá somos muy diferentes en los caminos aunque seamos iguales en los objetivos finales. Todos queremos ser felices al final, pero por diferentes caminos.

   

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

La Importancia De Lo Importante.

Puedes poner en riesgo muchas cosas.
Se pueden romper muchas cosas también.

Pero no puedes arriesgar y poner en peligro aquello que es más importante para ti.
Lo que te importa de verdad, lo que más, debes cuidarlo y conservarlo como lo que es: lo más preciado que tienes.
Porque lo es.

Lo que más te importa en tu vida, sea lo que sea, es la fuente de la que emana tu ilusión, tu voluntad y tu motivación para soportar la dureza y dificultad de la vida.

Si lo más importante cae, tú caes detrás.
No juegues.

  

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre El Pasado Y La Vejez.

Conversación con un amigo sobre el pasado.

¿Que si me acuerdo de cuando éramos más jóvenes? Pues la verdad es que no mucho, tío. Y ahora que lo dices y me acuerdo, cuando éramos más jóvenes pensaba que al llegar a los 40 estaría todo el puto día recordando el pasado y lo jóvenes que un día fuimos. ¿Tú también? Es curioso, ¿no? Es como cuando tienes mucha hambre pero no puedes comer y crees que, cuando puedas hacerlo, no pararás de comer durante horas y luego, con un par de bocados de mendigo, te quedas sin hambre ya. ¿Crees que será así cuando seamos viejos? ¿Crees que a los 80, si llegamos, pensaremos mucho en lo jóvenes que somos hoy? Sí, parece imposible creer que no, pero vete a saber. Uno se hace viejo durante mucho tiempo. Supongo que te acostumbras. Y, bueno, que es muy difícil recordar cosas que quedaron 70 años atrás en el tiempo.

  

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Sobre el dinero y el inconformismo.

Conversación sobre una clienta sobre el dinero y los objetivos:

P: Joan, ¿cómo puedo conseguir tener más dinero?
Joan: ¿Cuánto necesitas ganar?
P: Ay, pues no sé. Más.
Joan: ¿Más porque sí? Te estás metiendo en terreno pantanoso, querida…
P: ¿Por qué?
Joan: ¿Nunca perseguiste un arcoíris cuando eras niña?
P: Sí, como todos…
Joan: ¿Y no fantaseabas con encontrar la base del arcoíris? Poder tocarlo, verlo salir del suelo…
P: Sí…
Joan: Pero nunca lo encontraste. Ni tú ni nadie. Pues cuando no defines bien tus objetivos los conviertes en arcoíris. Los conviertes en algo indefinido que, por su pura indefinición, no puedes alcanzar, abrazar o incluso disfrutar.
P: Pero… ¿no dices que conformarse es malo?
Joan: ¿Es bueno estar siempre inconforme con la vida?
P: ¡No, no! Seguro que no es bueno pero…
Joan: «Pero», ¿qué? Piénsalo bien otra vez. Define tus objetivos, tus mínimos, lo que tienes que sacrificar para conseguirlos y cómo sabrás que los has alcanzado. Punto.

 

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Conversación con una pareja sobre la comunicación.

Conversación con una pareja de clientes en crisis:

Joan: María, ¿por qué no le señalas las cosas que te hieren?
María: ¿Yo tengo que decírselo?
Joan: ¿Quién si no?
María: Él tendría que darse cuenta.
Joan: ¿Y si no es consciente? De tu sensibilidad tienes que dar cuenta tú, no los demás. Jose, ¿tú eras consciente de que le sentaba tan mal?
Jose: Te prometo que no. A veces soy un poco brusco hablando, pero creía que no me tomaba tan literal sabiendo como soy…
Joan: ¿Lo ves, María? Él es más tosco y tú más sensible. Si no os «educáis» en el «idioma» del otro, no os entenderéis y estaréis así cada dos por tres. Jose, ¿estás de acuerdo con que ella te señale cuándo estás hiriendo su sensibilidad con tus formas?
Jose: Nada me gustaría más que que lo hiciera. Por favor. Yo voy con cuidado, aunque no lo crea, pero iré con más cuidado aún si es necesario.
Joan: ¿María?
María: Lo haré, lamento haber dado por sentado que sabía que me hería y, pese a ello, seguía haciéndolo.
Jose: No lo sabía, de verdad. Lo siento. Yo, cuando me pase, dímelo y me corregiré…
Joan: Dentro de tu capacidad y sin querer cambiar lo que no se puede cambiar… ¿No, María? Porque supongo que si elegiste a Jose como pareja era en gran parte por como es y no por como no es… ¿No?
María: Sí… me gusta su rudeza, no se la quitaría… en el fondo son sólo un par de cosas que me chocan demasiado…
Joan: Pues ya lo sabes, señálaselas cuando las haga y trabajadlo.

  

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

Diálogo con un cliente sobre la ansiedad.

Diálogo con un cliente sobre las preocupaciones:

—Joan, ¿cómo trabajas tú la ansiedad?
—Yo no tengo ansiedad desde hace mucho tiempo.
—No me digas. ¿En serio?
—Claro.
—¿Y cómo lo conseguiste?
—Bueno, me llevó un tiempo, obviamente, pero es que soy muy insistente y paciente.
—¿Me lo puedes explicar?
—Sí. Lo primero es descubrir exacta y específicamente qué es lo que te da miedo o te preocupa que ocurra. ¿Me sigues?
—Sí.
—Bien. Una vez lo tienes hay que hacer dos cosas. La primera es pensar en qué podrías hacer para aumentar la posibilidad de que tal cosa no ocurra. Por ejemplo, si temo olvidarme los billetes de avión o el DNI, por decir algo, lo que haría yo para reducir la posibilidad de que eso ocurra es meterlos hoy mismo en la maleta que usaré para el viaje. ¿Sí?
—Sí, me parece genial. ¿Y la segunda cosa?
—La segunda cosa es pensar en lo que harás si ese peor escenario posible, aún así, se llega a dar. Siguiendo el ejemplo del DNI: si pese a todo me olvido billetes y DNI avisaría a mi pareja para que me los trajese. Y si no, pues compraría otro vuelo más tarde, volvería a casa y cogería el DNI. Si el fin del mundo son sólo unas horas más de retraso y unos cuantos euros menos… pues tampoco es para tanto.
—Buenísimo Joan. ¡Lo voy a probar!

Mi cliente hizo su trabajo y, punto por punto, trató de esta manera todas aquellas cosas que le provocaban ansiedad o preocupación. Me aseguró que iba a usar esta técnica toda la vida.

Pruébala y cuéntame.

 

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

 

Diálogo Sobre Dios Y Los Milagros.

Diálogo con un cliente sobre la problemática de Dios y la concepción de la Virgen María:

—Joan, me encantaría creer en Dios como lo haces tú pero no puedo superar que María concibiese siendo virgen o que Jesús resucitase físicamente de entre los muertos o que curase a un paralítico…
—Comprendo, a mí me pasaba igual al principio.
—Entonces… ¿Cómo has conseguido creen en algo tan irracional?
—Eso pensaba yo: «siendo como soy… ¿cómo voy a poder creer en esto?». Hasta que un día comprendí que lo irracional era creer en Dios y pensar que esas cosas no pueden ser.
—¿Cómo?
—Dime tú: si Dios no existe, los milagros y que, por ejemplo, una virgen conciba un bebé es imposible. ¿Sí?
—Por supuesto.
—Estamos de acuerdo. Pero… Si Dios existe y ha creado todo el universo de la nada… ¿por qué no iba a poder realizar todos los milagros que mencionas?
—Pues… no lo sé.
—Si Dios existe, no creo que le costase demasiado trabajo ninguno de esos milagros. Quiero decir: ¿Te impresiona demasiado los milagros pero no tanto la creación misma y perfectamente ajustada del universo? Es como si me dices que te crees que yo pueda levantar una piedra de 200 kilos pero que no te crees que pueda levantar una de 20. Esto ya no es una cuestión religiosa sino filosófica o teológica, de lo que Dios podría o no hacer, y no es más impresionante rescatar a un vivo de entre los muertos, por ejemplo, que crear el universo y sostenerlo. En definitiva: si Dios existe, es sencillamente lo más racional del mundo creer en los milagros. Punto.

 

FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.

 

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