La esperanza está unida, inevitablemente, a la paciencia. Y ambas, a la fortaleza.
La esperanza no es para impacientes.
Pues la impaciencia es un signo de debilidad.
Y la esperanza pertenece al universo de la fortaleza.
Para los que están ahí o para los que quieren entrar.
La esperanza es posible para todos.
Pero eso no quiere decir que sea fácil.
Se necesitará un esfuerzo.
Y todo esfuerzo, lleva a la fortaleza. Punto.
FUERZA Y PAZ.
Y ESPERANZA.