Lo digo siempre: para ser disciplinado antes hay que aprender a ser organizado.
Para cortar bien, lo mejor es aprender a medir bien antes.
Así pues, si no tienes claro lo que tienes que hacer, cuándo lo tienes que hacer, en qué orden y en qué tiempos te puedes ir olvidando de decir lo de «soy una persona muy disciplinada».
Coge tu agenda, escribe en ella lo que tienes que hacer hoy con el máximo detalle. Sin autoexplotarte. No te impongas un plan que no le pondrías a tu hijo. Y luego cúmplelo. No es tan difícil, de verdad.
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