No hay nada más grande que la paternidad.
No tengo dudas sobre esto.
Ningún amor se le parece. Tan siquiera se le acerca.
Si alguien pretende sacar a Dios de la cuestión de la trascendencia, lo único que le quedará es convertirse en artista o tener hijos.
Y lo primero no depende exactamente de él, lo segundo sí.
Pese a todo, no es cierto que la paternidad sea la única opción posible dada su dificultad y sacrificio.
Tampoco es cierto que la paternidad mejore a todo aquel que la consigue o adquiere.
Finalmente, habrá quien quiera tener hijos pero no pueda.
No, no es cuestión sencilla esta de la paternidad.
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FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.