No hay discursos para ciertos dolores. Esto es así. Hay que ser humilde para aceptar que a veces sencillamente no puedes aliviar el sufrimiento de la gente que amas.
A veces hay que conformarse con decir algo como “no encuentro nada que decirte, pero estoy aquí, a tu lado, no estás solo”. Y la cuestión es que eso suele ser todo lo que necesita la persona que está sufriendo: sentir que no lo está pasando solo, de una forma u otra.
Así que: ¿Quieres aliviar el dolor de los tuyos?
Entonces procura asegurarte de que ellos saben que tú estás ahí o que tú estarás ahí cuando llegue el momento.