La meditación es una muestra de autorrespeto.
Es un gesto de atención, cariño, preocupación y autocuidado.
Es un momento buscado de recogimiento interior, de reencuentro con uno mismo. Es un acto de voluntad por el silencio, la quietud y el sosiego.
Sí, si quisiera reestablecer la relación conmigo mismo, no lo dudaría: empezaría a meditar.