Libérate de toda la ropa que no te gusta llevar, de los amigos que no elegiste, de los recuerdos que te mantienen en el pasado, de los regalos que nunca usaste, de ese reloj que nunca miras, de los caminos que te llevan al trabajo siempre igual, del coche que nunca te gustó conducir, de las llamadas que nunca quieres contestar y, sobre todo, libérate de la opinión de los demás… y hasta de la tuya.
Libérate. Libera tu mente incluso de lo que crees sobre ti.
La vida empieza cuando quieras.