Valentía es hacer cuando lo más fácil es no hacer.
Es hablar cuando lo más fácil es callar.
Es decidir cuando lo más fácil es seguir igual.
Y sí, la valentía es empezar a hacer aceptando la posibilidad de la derrota. Del dolor y el fracaso.
Esa primera mano levantada que ves cuando la cosa se pone jodida. Ese es el valiente.