Un emprendedor sin arrojo solo es un auto-empleado.
Es la osadía, la intrepidez lo que marca la diferencia.
La unión entre una buena idea y su ejecución. Hacer desaparecer la distancia que los separa.
Porque ideas tenemos todos pero cojones para ejecutarlas, solo unos pocos.
SUSCRÍBETE AQUÍ A MI NUEVA NEWSLETTER
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.