Prefiero el dolor de la disciplina que el dolor de saber que no he hecho todo lo que podía hacer con mi vida.
Y no es que quiera llegar exhausto al final de los días, lo que quiero es no llegar lleno de remordimiento.
Una vida tirada a la basura no es más que la acumulación de muchos días únicos tirados poco a poco a la basura. Uno tras otro, a lo largo del tiempo.
Por eso me levanto cada mañana pensando en qué es lo que necesito hacer para que ese día cuente. Y una vez lo tengo, lo hago. Y punto.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.