Aprender a vivir es tener claras tus prioridades.
Saber qué es lo más importante para ti.
Respetarlo y vivir realmente por y para ello.
No hay más truco. Sólo coherencia. Sentido.
Los síes y los noes dependen de una brújula.
Y esa brújula depende de ti.
FUERZA Y PAZ.