En lugar de juzgarte trátate con amabilidad y compasión.
Justo como se espera que trates a las demás personas de la tierra.
Quizá dudas porque crees no merecer ese trato.
O porque simplemente no lo has probado antes.
Pero ten claro que una vida sin compasión ni amabilidad es siempre una vida peor.
Piénsalo.