Apenas unos días después de dar con la tecla que me permite volver a entrenar sentadilla como es debido mi corazón va por delante de mis viejos palitroques.
Fallando una con pausa a 165 y sintiendo ya cómo la hago dentro de nada de nuevo.
No me puedo hacer más gracia cuando fallo.
Quizás por eso no lo temo.
Paz querida tribu.