Uno no se insensibiliza al dolor porque haya sufrido mucho sino porque ha dejado de amar.
Cuando amas, eres vulnerable.
Cuando no, no sientes nada, aunque te arranquen las uñas.
Mientras te importe algo, sentirás algo.
El dolor y el amor están conectados.
No hay manera de escapar de su unión.
Si quieres amar, tienes que aceptar el riesgo del dolor.
Si no, olvídate de amar.
FUERZA Y PAZ.
Joan Gallardo.