Incondicional.

No hay nada peor que lo que se queda en un cajón por miedo. Por miedo a entregarlo.

Más vale que tengamos claro que cuando DAMOS algo DEBEMOS ACEPTAR su futuro, nos guste o no. Lo hayamos previsto o no.

Tu regalo será tan sincero como tú y como el destinatario.

Lo mejor que puedes hacer entonces, es dar con sinceridad y honestidad aquello que tengas que ofrecer. Así una parte de ti irá incluida en la operación.

No hay nada como DAR sin miedo. SER sin miedo.

Como ese árbol de ahí, que no se preocupa por cómo es, TAN SÓLO ES.

No pretende ser nada y así puede ofrecerse en toda su gloria a tus ojos. ¿No es sobrecogedor?

PAZ.

Imprimir

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies